EL SOÑADOR (Cuento)
(Aportando algo más sobre la rosa de Coleridge)
Alguien, muy cercano a mí, duerme. A juzgar por sus movimientos, sueña. Ahora parece que despierta: abre los ojos, pronuncia gravemente la palabra “rosa” e insiste:
-Una rosa, ¡Te llevaré una rosa! -Y al segundo los vuelve a cerrar.
Salto de la cama. Me apresuro. Atravieso el jardín y afanosa busco en la oscuridad. La encuentro. La corto de su rama y enarbolada como trofeo, triunfante, llevo mi rosa hasta mi soñador. Sin hacer ruido la coloco entre sus manos. A la mañana, mi soñador despierta y al advertir mi rosa apretujada entre sus dedos se entusiasma. Fuera de sí, clavando su mirada en mis pupilas me agita fuertemente. Al fin me aclara:
-¡Mi amor! Anoche, ¿sabes?, volé al cielo. Corté allí la mejor rosa y…te la traje como prueba.
¿Cómo decirle?
Fin
Amanda Patarca.
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