La cruz, también quiso sumarse a este texto.
YO NO QUISE AGREDIRTE (Soneto libre)
Fue mi madera la que el verdugo usó
-alegoría muda, enraizada-
cuando mi abrazo arrogante terminó
como una sombra negra agazapada.
Sabia seca y sangre coagulada
adheridas al hierro de los clavos
hoy le informan al mundo que hermanadas
reniegan de ese crimen poco claro.
Yo no ordené clavarte a mi madera
ni al terror por tu sangre derramada.
Del reino vegetal, y a pesar mío,
surgió la idea del servir inmóvil.
Yo no quise ser cruz, pensé ser cuna.
Cuna de Niño Dios, si me dejabas.
Amanda Patarca
No hay comentarios:
Publicar un comentario