jueves, 10 de enero de 2019

POEMA DEL ÁRBOL FLORIDO


POEMA DEL ÁRBOL FLORIDO

Al picotear el resplandor del parque
las sombras de los pájaros ligeros
tapan la luz, sintiendo que son parte,
con lunares de hollines pasajeros.

Todo es color y vida, aquí, en mi copa.
Brillo y trinar de nidos, mi follaje.
Mullido el tapizado que apocopa
el andar del que observa mi mensaje.

Color azul violáceo, por arriba
y abajo azul violáceo duplicado
y en medio de esta flora a la deriva,
niños, al sol, y amores sosegados.

Pero abajo, sin embargo, una mujer
cumpliendo una ordenanza que, hoy, me hiere,
barre los capullos que dejé caer
para que Dios le exprese que la quiere.

Aceptando la ley como bandera
ella no se apartó de su consigna.
¡No comprendió mi amor, la barrendera!
No me atendió y barrió, sin ser maligna.

El verano se viene y con sus manos,
ha de ocultar de a poco esta torpeza,
sus frutos y sus mieles, como humanos
barrerán de los parques la belleza

Expuestas al calor de un fuego al rojo,
rendidas ante Dios por su destreza,
sucumbirán, mis flores, a su antojo,                                                                                                   
muriéndose de amor, si no las besa.

                               Amanda Patarca.

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